Cabezales rotativos de lavado

Cabezales rotativos de lavado Cabezal rotativo: Tecnología de limpieza interior…

Cabezales rotativos de lavado

Cabezal rotativo: Tecnología de limpieza interior

Antiguamente, la limpieza de recipientes, tanques y volúmenes con espacios confinados, se realizaba de forma manual. Mediante operarios que accedían a dichos espacios con accesorios y herramientas para realizar el lavado del interior de dicho espacio.

Actualmente, y gracias a los accesorios de lavado automáticos, es completamente impensable, en cumplimiento de las normativas de seguridad laboral, realizar dichos procedimientos mediante medios humanos y de forma manual. El acceso de los operarios en espacios confinados se realiza únicamente por motivos de inspección y verificación o control, pero el proceso de lavado se realiza con elementos automáticos.

Cabezales rotativos de lavadoCabezales rotativos de lavadoCabezales rotativos de lavado        Cabezales rotativos de lavado

Con el paso de los años, los elementos de limpieza automática que se utilizan para el lavado interior de tanques (y similares) han ido mejorando tecnológicamente. Reduciendo sus componentes de modo que la maniobra, tanto de acceso como de limpieza propiamente, sea más sencilla y segura.

Los elementos de limpieza interior más reconocidos en el mercado son: los cabezales rotativos. Se pueden encontrar multitud de modelos para usos muy concretos en función de:

  • Tipo de residuos a eliminar
  • El espacio en el que actuar
  • Según si están alimentados con agua o disolvente
  • Motorizados o con giro por reacción a la salida del agua, etc.

Con el fin de poder escoger el modelo que mejor se ajuste a las necesidades de lavado, es recomendable acudir a un especialista. El cual pueda recomendarnos el cabezal de lavado más apropiado para cada situación.

Cabezales motorizados y cabezales con giro por reacción

La mayor diferencia entre los distintos modelos de cabezales de lavado reside en el método que utilizan para producir el giro de sus elementos rotativos. En resumen, existen dos posibilidades: cabezales motorizados y cabezales que giran por reacción del fluido a la salida de las boquillas.

     1. Cabezales motorizados

En el caso de los cabezales motorizados, requieren un motor acoplado al eje del propio cabezal. El cual puede ser eléctrico, neumático u óleo hidráulico. Por lo que deberá tenerse en cuenta una alimentación adicional al propio flujo de lavado en la zona de lavado (cable eléctrico, conducción de aire comprimido y/o de aceite hidráulico).

Esta tipología de cabezal garantiza el giro de un modo bastante fiable, no obstante, tienen un peso muy superior a otros modelos. Lo que puede presentar dificultades de movimiento para los operarios de lavado. Son de difícil y costoso mantenimiento y la alimentación de los motores dispuestos para el giro se traduce en una mayor cantidad de conducciones en la zona de lavado, generando así dificultades adicionales para los operarios.

      2. Cabezales rotativos con autogiro

Por otro lado, los cabezales rotativos con autogiro funcionan gracias a la salida del flujo de agua por las boquillas a una presión y caudal calculado y constante. La eyección del flujo del agua a una presión determinada impulsa la parte girante del cabezal obligándolo a realizar un doble movimiento de rotación, lo que se traduce en el dibujo de una esfera en el interior del habitáculo. Por lo general, dicha se esfera se dibuja cada minuto aproximadamente, permitiendo que el chorro alcance todos los rincones del espacio confinado.

En este último caso, al no disponer de motores, el cabezal rotativo es significativamente menos pesado, por lo que los operarios tienen más facilidades para moverlo, y no dispone de conducciones adicionales de ningún tipo (ni eléctricas, ni neumáticas ni hidráulicas), dejando la zona de lavado mucho más libre y con menos componentes. Finalmente, debe considerarse que el mantenimiento de esta tipología de cabezal rotativo es mucho más sencilla y menos costosa.

Alimentación de los cabezales

Tal como se ha descrito anteriormente, la alimentación aportada al cabezal rotativo, a través de un grupo de bombeo (habitualmente de alta presión), debe estar determinada por un especialista, de modo que dicho grupo de bombeo se ajuste al producto que debe limpiarse y al espacio en el que actuar.

Hay que tener en cuenta que los cabezales rotativos pueden alimentarse con fluidos de diferentes tipologías: Agua (fría o caliente), detergente e incluso con disolvente en el caso de aplicaciones de limpieza para tanques de pintura.

En el caso de los cabezales motorizados, se deberán tener en cuenta las alimentaciones eléctricas de la instalación (tanto de los grupos de bombeo como de los motores encargados del giro del propio cabezal), para obtener el consumo total de la planta cuando está funcionando. Todo el consumo eléctrico deberá tenerse en cuenta para conocer los costes reales de cada proceso de lavado. (En próximos aportes a nuestro blog detallaremos los posibles sistemas de control de consumos en plantas de lavado interior de cisternas).

Los cabezales de autogiro, o de giro por reacción de la salida del agua por las boquillas, se construyen con materiales de alta durabilidad y resistencia. Por lo que es posible alimentarlos con agua hasta 95ºC, a presiones superiores a 100 bar, con detergentes concentrados (con porcentuales inferiores al 5% de disolución, de media entre 0,5% y 1%, totalmente controlados) y, en caso de ser necesario, hasta con vapor. Es destacable también que, el hecho de no disponer de ningún componente eléctrico propio del cabezal permite que sean certificables como ATEX para zona 0, convirtiéndolos en equipos indispensables para el lavado de zonas con riesgo explosivo como depósitos con residuos inflamables o transporte de pulverulentos.

Cabezales rotativos de lavado

Experiencia DOMO

En DOMO MEDIOAMBIENTE disponemos de una dilatada experiencia en el uso de cabezales rotativos para multitud de aplicaciones: Desde el lavado interior de cisternas, hasta el mantenimiento de tanques de pintura con disolvente.

Los modelos de cabezal rotativo que ofrecemos a nuestros clientes pueden resolver cualquier necesidad de lavado. Desde espacios cerrados como tanques, depósitos o contenedores, hasta superficies exteriores de vehículos. Siempre de forma eficiente y eficaz, con un control absoluto del funcionamiento de los mismos y un mínimo coste de mantenimiento y explotación.

En caso de tener cualquier necesidad de lavado, no dude en consultar a nuestro departamento técnico para recibir asesoramiento.

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